Recuerdo una de mis ideas más antiguas.
El Zar es el jefe y el padre espiritual de ciento cincuenta millones de
hombres. Atroz responsabilidad que sólo es aparente. Quizás no es responsable,
ante Dios, sino de unos pocos seres humanos. Si los pobres de su imperio están
oprimidos durante su reinado, si de ese reinado resultan catástrofes inmensas,
¿quién sabe si el sirviente encargado de lustrarle las botas no es el verdadero
y solo culpable? En las disposiciones misteriosas de la Profundidad , ¿quién es
de veras Zar, quién es rey, quién puede jactarse de ser un mero sirviente?
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LÉON BLOY, literato francés, nacido en
Périgueux (1846), muerto en Bourg la
Reine (1917). Autor de: Le
Désesperé (1887); Christophe Colomb devant les Taureaux (1890); Le
Salus par les Juifs (1892); Sueur de Sang (1894); La Femme Pauvre
(1897); Léon Bloy devant les Cochons (1898); Celle qui Pleure (1906);
L'Âme de Napoleon (1912).
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Olá, querida
ResponderEliminarSomos apenas servos inúteis!!!
Seja abençoada e feliz!!!
Bjs de paz
Gracias querida amiga por tu visita!!!! besos
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