Grandes
catedrales: románicas, góticas…
sordos
edificios.
Jardines
cobrizos, con sus mariposas de hojalata en vuelo.
¡Cemento
excesivo¡ ¡Ruido aterrador!
Ciudad
agitada: obra de la inteligencia humana en su vehemente alborozo.
De pronto
el mundo, (y las razones no conozco),
fue
un remanso
Un aire sosegado vertiendo un
mensaje.
Un lugar para el regocijo.
La metamorfosis
de lo usual.
Un remanso,
en
el que otras especies encuentran su libertad ,
pululan
en calles, ríos y aire.
Postal
inolvidable son los abedules verdes
derramando
frescura sobre el meandro.
de
antiguas utopías.
©Patricia
Palleres
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Me gusta tu forma de escribir.
ResponderEliminarVoy a seguir tu blog. Te dejo un saludo desde Buenos Aires!
Hola Patricia, agradezco tus palabras... Te sigo también
EliminarSaludo
Gracias Patri por ilustrar el gran cambio al que fuimos forzados a acceder...ojalá acompañemos ese cambio. HERMOSO tu sentir
ResponderEliminarHola Graciela, gracias por pasar y comentar.
EliminarSos mi mentora en el tema blog.
Abrazo con mucho cariño
De pronto... la naturaleza empezó a cobrar lo que le debemos.
ResponderEliminarVeremos con cuántos muertos hemos de pagar lo que hemos hecho con el planeta.
Saludos.
Hola Toro Salvaje, si es una triste situación...
ResponderEliminarabrazo