Si, sé mirar hacia atrás… Aquellos viejos otoños de árboles cargados de incertidumbre, secos de miedo y de violines lastimosos. Sin embargo un día fui feliz y creativa en otoño, descubrí su belleza. Me mostró sentimientos. Me adiestró e hice de la sensibilidad un tiempo de café, de mirar el paisaje, de saborear un libro. Un día, sin querer, lo amé.
©patriciapalleres
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Y parece que sigue el amor, aprender de los detalles permanece en el tiempo. Abrazos
ResponderEliminarMe alegro verte de nuevo por aquí, Patricia. Te diré que coincido contigo, el otoño es amable, sereno y acogedor. Sus colores nos inspiran y nos hacen soñar. La naturaleza nos invita a reflexionar, a renovarnos y a ser más auténticos. Me gustó tu texto, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz fin de semana.
Cada estación tiene su encanto especial pero me quedo con el verano cuando los días son largos y luminosos.Besicos
ResponderEliminarA mi el otoño me trae muchos recuerdos.
ResponderEliminarNo sabes cuanto me alegra verte Patricia, despues de tantos años es un placer encontrarte, como te dice charo cada estación tiene su encanto
ResponderEliminarUn abrazo
Así es el amor llega sin avisar.
ResponderEliminarBienvenida entonces al club de los Amantes del Otoño. Para mi gusto es maravilloso, al menos en la zona donde vivo: sol cálido, sin viento, sin nubes, sin lloviznas o poco de todo eso que luego viene en invierno.
ResponderEliminarEn los árboles no veo tristeza, veo colores cálidos y luego la vida latiendo cuando faltan las hojas, un renacimiento por venir.
Y tu relato es perfecto, bien llevado con clima creciendo hacia el final, una pequeña joya.
Fue un gusto pasar por acá.
Saludos.