DELFIN ENJOLRAS, «Mujer leyendo junto a una ventana»
—Hagamos un poema entre los dos— hablé al espacio,
aunque tenía la certeza de que estabas ahí.
—Yo sé que nunca escribiste un poema, lo tuyo era la música,
pero tira algunas frases sobre la algarabía de ser humanos—insistí.
Al instante sonó uno de los cristales del ventanal
y al mismo tiempo crujió la pared a mi lado.
© Patriciapalleres
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La complicidad de la poesía. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarUna sugerencia muy profunda, de todo el espacio nos viene la entrega
ResponderEliminardebemos ser capaces de saber escuchar y sentir .
Abrazos.
Felicidades por estos versos de gran belleza.
ResponderEliminarSaludos.